En los últimos años España ha recibido gran cantidad de población inmigrante. Muchas son las actuaciones que se han llevado a cabo para facilitar la integración de estas personas en nuestra cultura, pero es evidente que el proceso será largo y aún hay muchos aspectos en los que trabajar.
Uno de esos aspectos tiene que ver con el género, y concretamente con la violencia, de la que hoy sabemos hay un importante número de víctimas entre las mujeres extranjeras. La Ley Orgánica 1/2004, de 28 de Diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, en su artículo 17 garantiza los derechos de todas las mujeres independientemente de su origen, religión o cualquier otra circunstancia personal o social; y el artículo 32 de la misma Ley recoge la necesidad de considerar de forma especial la situación de las mujeres que por circunstancias personales o sociales puedan tener mayor riesgo de sufrir la violencia de género o mayores dificultades para acceder a los recursos previstos en dicha Ley.