SENTENCIA DEL TRIBUNAL EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS DE 22 DE FEBRERO 2024. LA DETENCION DE DOS MENORES NO ACOMPAÑADOS SOLICITANTES DE ASILO DURANTE DOS MESES DESPUÉS DE DECLARAR QUE ERAN MENORES NO SE LLEVO A CABO DE BUENA FE AL NO TENER EN CUENTA EL INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR , POR LO TANTO ARBITRARIA. VULNERACION DEL ARTICULO 5.1 DE LA CONVENCIÓN .

01 marzo 2024

STEDH de 22 de febrero de 2024, asunto M.H. y S.B. contra Hungría

Artículo 5 § 1 • Arresto o detención legal • Detención arbitraria de los solicitantes por motivos de asilo, después de que afirmaran ser menores de edad, por no haberse llevado a cabo de buena fe • Con arreglo a la legislación nacional, los menores no acompañados solicitantes de asilo no pueden ser detenidos • Las declaraciones iniciales de los solicitantes de que eran mayores de edad no pueden justificar la desestimación de su solicitud de ser menores de edad sin tomar las medidas adecuadas para verificar su edad • Falta de explicación en las decisiones de detención pertinentes por qué no son apropiadas medidas alternativas menos coercitivas • No hay indicios de que los retrasos en la determinación de la edad de los solicitantes sean necesarios • Carga de refutar la presunción de que eran adultos impuesta a los solicitantes • Falta de actuación rápida y teniendo debidamente en cuenta el interés superior de los niños

El Tribunal condena a Hungría al pago de 6.500€ más costas y 5.000€ más costas, respectivamente, por vulneración del art. 5.1 CEDH (derecho a la libertad y a la seguridad), a dos menores no acompañados que fueron ingresados en un centro de internamiento en régimen de asilo.

(…)

Al recibir el dictamen médico pericial que indicaba que el segundo solicitante tenía entre dieciséis y diecisiete años, la OIN puso fin a su internamiento en régimen de asilo el 23 de agosto de 2016 (véase el apartado 22 anterior), es decir, dos meses después de que éste indicara que era menor de edad

Cabe señalar que el segundo demandante parece haber viajado a Hungría con un pariente que inicialmente había sido descrito como un primo, pero que más tarde se refirió a él como su tío, y que un psicólogo descubrió posteriormente que la separación de él había tenido un impacto negativo en el ya frágil estado mental del segundo demandante. Este pariente, que parece haber permanecido detenido, tenía también diecisiete años de edad, según el registro de la entrevista del segundo demandante realizado por la OIN (véanse los apartados 23 y 24)

De lo anterior se desprende que los demandantes permanecieron detenidos durante un tiempo considerable después de haber declarado que eran menores de edad.

Las decisiones relativas a su detención, que se dictaron después de que hubieran afirmado ser menores de edad, no explicaban por qué no habrían sido apropiadas medidas alternativas menos coercitivas, y no hay indicios de que las demoras en la determinación de su edad fueran necesarias

El Tribunal de Primera Instancia considera especialmente preocupante que las autoridades nacionales, en lugar de conceder el beneficio de la duda a los demandantes y tener en cuenta su interés superior (véanse los apartados 71 y 72 supra), presumieran que eran mayores de edad por el mero hecho de que hubieran modificado sus declaraciones en cuanto a su edad. Además, les impusieron la carga de refutar esta presunción (véanse los apartados 8 y 17, así como el apartado 27 anterior), sin tener en cuenta el hecho de que para los solicitantes de asilo detenidos, y mucho menos para los niños, obtener las pruebas necesarias para demostrar su edad podía ser una tarea difícil y potencialmente imposible.

A juicio de la Corte, las circunstancias anteriores demuestran que las autoridades nacionales no actuaron de manera expedita y con la debida consideración al interés superior de los niños, y que la detención de los demandantes, después de haber afirmado ser menores de edad, no se llevó a cabo de buena fe y, por lo tanto, fue arbitraria. Por lo tanto, viola el artículo 5 . 1 de la Convención.

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